Oscar tenia Alas!





Oscar deambulaba en medio de la congestionada avenida.  Caminando erraticamente y tambaleandose como arbol de otono.  Lo habia intentado todo!  Su frustracion era tan grande que ya no le importaba si iba o venia, si hacia sol o estaba nublado.  Su vida se habia convertido en un obstaculo y no veia salida.

La noche fue cayendo y Oscar estaba cansado, extenuado y sin fuerzas. Se detuvo en una sombria esquina y como mascota insegura poco a poco fue recostandose sobre el frio metal del viejo puente. Se dejo ir lentamente, suavemente.  Tapo sus ojos y lloro como un nino.  Permanecio inmovil alli sentado por largas horas. Hubiera querido desaparecer para siempre pero sabia que aun le quedaba algo pendiente por intentar.

Pedro era su verdadero nombre pero de chico los amigos le llamaban Oscar. Al cabo de los anos hasta su madre solia llamarle asi. 

Era un joven de cabello largo  y ojos color cielo.  Sus labios eran finos y su mirada profunda.  Era esbelto y su personalidad jocosa lo hacia agradablemente irresistible para las chicas.  Tenia amigos por doquier y le gustaba disfrutar de un buen vino o un poco de cognac.  Habia aprendido varios idiomas siendo el mandarin su favorito.  Era hijo unico y habia nacido cuando sus padres eran muy jovenes; creciendo los tres al unisono. 

Sus padres tenian un excelente "status" social lo que le daba la opcion de brindarle a Oscar lo necesario para triunfar en su vida.  Pero Oscar no era feliz, habia logrado todo menos ese empleo que tanto habia sonado.

En esos dias le habia llegado una notificacion para entrevista en el Diario de su ciudad.  Ya que habia estudiado periodismo que mejor que trabajar en un lugar como este.  Tenia temor, miedo, pavor.  No encontraba como dirigirse al lugar  lo peor solo quedaban menos de 24 horas para ese crucial momento. 

Alli estaba Oscar, sentado en su habitacion, inquieto, inerte y callado.  No tenia otra salida, era ese dia o nunca! Era ese empleo o nada!

Durmio muy poco, se levanto muy temprano y respiro profundo. Se decia para si, tengo que hacerlo, puedo hacerlo.  Mientras iba en su coche no dejaba de pensar en esa bendita entrevista.  Que tenia que hacer para ser aceptado?, ese era su pavor! Estaba decidido a trabajar alli.  Solo faltaba menos de una hora para el comienzo de ese gran paso en su vida.

Oscar se detuvo nuevamente en el puente donde habia estado la noche anterior.  Respiro profundo y cerrando sus ojos decidio abrir sus alas.  Suavemente pudo sentir como estas le daban fuerza, seguridad y valor.  Imagino sus colores, su textura y su tamano. Fue entonces cuando realizo que en verdad tenia alas, que no habian sido cuentos de ninos.  Era cierto! Oscar tenia alas!  Habia llegado el dia y sin duda esas alas le llevarian al lugar seguro que siempre habia sonado.

Demas esta decir que Oscar obtuvo el empleo que habia anhelado siempre.  Ese mismo dia se podia ver a un hombre feliz, en su auto deportivo, portando dos hermosas alas y una sonrisa eterna.